www.worldwatchweb.com - Esta es la historia de un encuentro entre un país y un maestro relojero. Desde que se conocieron más de tres siglos atrás, Jaquet Droz y China han sido compañeros constantes. Hoy en día, la Manufactura celebra el Año Nuevo Chino con el Petite Heure Minute Dragon, un guardatiempo precioso que destella con un brillo excepcional.
Criatura de leyenda en la civilización China desde largo tiempo atrás, el dragón siempre ha fascinado a los hombres y mujeres en el poder. El Dragón Imperial, con su par de cuernos, sus diez garras y sus cuatro dientes, es el más famoso de todos ellos. Oculta en la garganta de este animal fantástico, que simboliza la suprema autoridad espiritual, se encuentra una perla de fenomenal poder que representa la felicidad, así como la sabiduría del Emperador y de la justicia de sus decisiones.
Pierre Jaquet Droz estuvo, sin duda familiarizado con el poder y el simbolismo del Dragón Imperial, ya que fue él quien introdujo a los habitantes privilegiados de la Ciudad Prohibida en la magia de la relojería Suiza en la época de la Ilustración. Tres siglos más tarde, la empresa relojera fundada originalmente por el intrépido aventurero y hombre visionario presenta el Petite Heure Minute Dragon en honor del Año Nuevo Chino y el Año del Dragón.
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Famoso por ser un especialista en el esmaltado y por la delicadeza de su pintura al esmalte, Jaquet Droz ha aplicado una nueva técnica para una de sus creaciones relojeras más emblemáticas. El tamaño de la esfera de los marcadores descentrada ofrece un lienzo perfecto en el resto de la esfera sobre el que expresar su arte al máximo. Mediante la adición de escamas infinitesimales de oro a sus pigmentos, Jaquet Droz ha ampliado el canon de belleza y presentó a sus maestros de la pintura un gran reto: tienen que trabajar durante toda una semana para dar a cada pieza la espectacular luminosidad y una dimensión sin precedentes.
Contra un fondo de esmalte marfil Grand Feu, dos dragones luchan por la perla. Destacando por su intensidad, la dramática escena ocupa el espacio en blanco de la esfera con gran efecto. El brillo de las escamas de dragón realza el brillo de las generosas proporciones de la caja del reloj de 43 mm, así como las racionales agujas Lancine, también de oro. Sutiles toques de rojo realzan la poderosa imaginería del dibujo. La elegancia clásica de los numerales Romanos refieren discretamente al diálogo entre Oriente y Occidente, y no sólo ha situado a esta pieza dentro de la tradición de Jaquet Droz en la innovación y la exploración, sino que también se mantiene fiel a la artesanía y las tradiciones de Jaquet Droz.
Montado en una enrrollada correa, hecha a mano, de cocodrilo marrón, el Petite Heure Minute Dragon cuenta con un movimiento mecánico de carga automática de doble barrilete impulsado por una masa oscilante de oro blanco de 22 quilates. Realizado en una edición limitada de sólo 88 ejemplares, cada guardatiempo cuenta con su número grabado, una reserva de marcha de 68 horas y una resistencia al agua de hasta 30 metros. Se trata de una obra de arte, concebida como una invitación excepcional a viajar en el tiempo, el espacio y a una de las culturas del mundo de más categoría.