Este autómata vuelve a volar en una serie limitada cuya pieza central es una exquisita esfera mineral hecha de Chinchilla Red, una madera petrificada de hace 150 millones de años.
Este autómata vuelve a volar en una serie limitada cuya pieza central es una exquisita esfera mineral hecha de Chinchilla Red, una madera petrificada de hace 150 millones de años.
ESPECIFICACIONES
REFERÉNCIA
J032533275
AÑO
2020
COLECCIÓN
Limitada a 28 piezas
TAMAÑO
43 mm
MOVIMIENTO
Jaquet Droz 2653 AT1, movimiento mecánico automático, muelle de volante y paletas de silicio, doble barrilete, puentes planos, masa oscilante de oro rojo de 22 quilates. Autómata de cuerda manual con mecanismo de activación por pulsador en la corona para mover la rueda del carro y las alas animadas, triple barrilete. Reserva de marcha 68 horas. Frecuencia 28.800 v.p.h.
FUNCIONES
Horas y minutos descentrados a las 12 en punto
BRAZALETE/CORREA
Correa de piel de cocodrilo negra con bordes plisados a mano
CIERRE
Cierre desplegable de oro rojo de 18 quilates
RESISTENCIA AL AGUA
3 bar (30 metros)/ 100 piés
PRECIO
130.000 CHF
El silencio es palpable mientras los aturdidos coleccionistas jadean con asombro. Jaquet Droz es uno de los únicos relojeros del mundo que fabrica autómatas. Siguiendo los pasos de los modelos de ónix y meteorito, hoy presenta la última versión de su autómata Loving Butterfly. Este nuevo capítulo en los 300 años de exploración de fibras naturales de la compañía muestra su maestría relojera y su arte en una serie estrictamente limitada a 28 relojes.
Esta nueva versión magnifica del Querubín y la Mariposa, una metáfora clásica de los trabajos de amor. El carro simboliza la victoria y la mariposa representa a Cupido. Al igual que el carro, la mariposa comprende varias docenas de aplicaciones fijas y móviles grabadas a mano por joyeros artesanales de Jaquet Droz. La escena se desarrolla en un verdadero escenario de la naturaleza con un conjunto que en realidad se eleva alrededor de la esfera. Múltiples niveles le otorgan a la pieza una profundidad de perspectiva única que invitan a la mirada a deambular, y a la deriva. Un realismo sorprendente toma forma, proliferando con detalles que dan vida a la escena.
La complicación del reloj ingenioso da vida a una escena animada de la naturaleza. Las alas de la mariposa revolotean a tiempo, colocadas cerca del cristal de zafiro para que parezca que la mariposa está a punto de liberarse y salir volando del paisaje. Incluso las ruedas del carro giran, pero no todos los radios giran, lo que crea una ilusión óptica que Pierre Jaquet-Droz comenzó a usar hace casi tres siglos.
Las figuras están rodeadas por un fondo dorado totalmente elaborado a mano. Cada árbol tiene una longitud de solo 0.2 mm, sus delgadas ramas están talladas una por una utilizando herramientas diseñadas específicamente, y se colocan individualmente en su propio entorno.