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Personajes, Eventos y Situaciones

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marzo 2009


En mayo pasado, en un emotivo ritual en el que yo debía arrodillarme ante mi Editor en Jefe mientras él dejaba caer la ceniza de su cigarrillo liado a mano sobre mis hombros, fui nombrado Editor Itinerante con la esperanza de mis jefes de que haría sonados descubrimientos durante mis periplos por el mundo relojero. Pensé que la idea era buena a pesar de lo bizarro del título, pero acepté el papel hasta el punto en que, ahora, que he vuelto a la oficina (temporalmente), me provoca ensoñaciones de tierras lejanas y palmeras mecidas por la suave brisa en playas de arena blanca y alegres nativas semidesnudas caracoleando entre los cuerpos bronceados, sirviendo cargamentos de cócteles exuberantes y de imaginativos nombres como Nicolaschka o Tequila Sunrise. Las buenas noticias son que mi Jefe, en su infinita sabiduría, ha decidido que va a dejar que siga vagando, esta vez editorialmente, pero con la vista más aguzada. Todo y todos van a sufrir mi escrutinio en la espera de que haya alguna historia, anécdota o chisme al que pueda sacársele partido. ¡La partida ya ha empezado, luego no me digan que no se lo había advertido!

Un superviviente en tiempos difíciles

Eran las 18:40 del 6 de noviembre cuando llegué a la recientemente inaugurada boutique de Audemars Piguet en Ginebra. La fiesta estaba en su apogeo, con un enjambre de periodistas absorbiendo cuantiosas dosis de champagne y suculentos canapés de merengue de Parmesano y mousse de brócoli. Tras el lapso de tiempo indispensable para sentir los efectos socializantes de la bebida, Georges-Henri Meylan, con su acostumbrada elegancia y buen humor, presentó un dinámico cortometraje sobre el Survivor y acto seguido dejó que la turbamulta viera y manoseara gentilmente el reloj y a las dos preciosas jovencitas que lo mostraban con todos los miramientos. Vistos los atributos del reloj en cuestión, no acabo de entender el porqué de tantas precauciones al respecto, pero eso ya va a ser otra historia.

Personajes, Eventos y Situaciones Survivor de Audemars Piguet, Georges-Henri Meylan de Audemars Piguet

El objetivo del Royal Oak Offshore Survivor Chronograph (vaya un trabalenguas de nombre) son la legibilidad, funcionalidad y alta precisión donde, según la literatura de Audemars Piguet, “el portador es susceptible de hallarse enfrentado a un entorno hostil y desconocido – megalópolis superpoblada, selva urbana, enclaves cósmicos.” ¡Oh, venga ya tíos, es un precioso reloj deportivo! Habéis hecho una pieza potente y ergonómica con un buen puñado de funcionalidades técnicas; un reloj que encierra un gran calibre automático AP3126/3840 con funciones de cronógrafo. ¿Qué quiere decir toda esta historia de megalópolis y junglas urbanas? Demos la cara, reconozcamos que parece diseñado para que Rambo o Schwarzenegger, con sus musculados cuerpos, no debieran preocuparse mucho por su reloj cuando se enfrentan a entornos hostiles. Sorprendentemente y a pesar de su apariencia engañosa, este reloj de titanio negro es relativamente ligero y cómodo. Es muy legible porque todo es negro excepto las manecillas y los índices. Como puede apreciarse en la fotografía, es una prolongación natural de la colección Royal Oak y su negrura está perfectamente a la moda. Su precio de 30.000 Euros debe asegurar que esta edición limitada a 1000 unidades llega las manos adecuadas y, si se venden todos, que todo es posible, le van a dejar a las arcas de Audemars Piguet la bonita cifra de 30 millones de Euros. El reloj es sumergible a 100 metros y dispone de un sistema antimagnético para la mecánica de fenómenos hostiles. Dependiendo de la hostilidad de los elementos, puede que uno se desintegre, pero siempre quedará el reloj para que su familia le recuerde. Para cuando ustedes lean esto, Georges-Henri Meylan, el Director-Gerente de Audemars Piguet, toda una personalidad en la relojería suiza durante los últimos veinte años, habrá iniciado su bien merecida jubilación. Desde Europa Star, le deseamos lo mejor. ¡Amigo GH, vas a echar de menos los fines de semana, te lo digo yo!

Agenda única, ¡ya!

El miércoles 6 de noviembre fue una fecha destacable para la industria relojera. A toro pasado, está claro para nosotros, la prensa especializada (yo, en este caso, por lo menos), que los fabricantes de relojes deberían organizarse y coordinar sus agendas. Para ese preciso día había una avalancha de invitaciones a eventos especiales, cada uno tan interesante como el otro: se convocó a la inauguración oficial de las nuevas dependencias de De Witt en Meyrin-Satigny que comenzó con champagne a las 11:30, seguido de un excelente almuerzo y una visita a los capaces talleres con un paseo muy interesante por el museo De Witt; aproximadamente a la misma hora, 10:30, se hacía la presentación del primer módulo de Louis Erard desarrollado en común con Soprod, seguido de almuerzo a las 12:30 en Les Reusilles; a las 9:00, la Marvin Watch Company ofrecía un desayuno en Lausana para hacer público el resultado del primer año de actividades, al que seguía un pase del premiado cortometraje publicitario de Marvin y el último film de Clint Eastwood (Changeling) de 10:15 a 12:15; después de una hipotética siesta se había programado la presentación, a las 18:30, del nuevo cronógrafo de Audemars Piguet, el Royal Oak Offshore Survivor, en la boutique de la marca en Ginebra, convenientemente humedecida con abundante champagne. No hace falta que les diga que, aún con la mejor disposición del mundo, era imposible asistir a los cuatro eventos. ¿Porqué, de repente, se convocan cuatro actos en un mismo día? ¿Porqué no hay una organización con la voluntad y la capacidad de coordinar las ruedas de prensa y similares? ¿Qué tal la Fédération de l’Industrie Horlogére Suisse (FH)? Está claro que las empresas quieren conservar su autonomía e independencia, pero estos eventos y conferencias se organizan porque la empresa tiene algo que comunicar, sea sobre sus estrategias comerciales, sus cambios organizativos, novedades técnicas o la presentación de un nuevo modelo que han estado desarrollando durante los últimos dos o tres años. Nosotros, la prensa especializada, hacemos maravillas para cubrir todos estos actos pero, a no ser que las empresas coordinen sus agendas, no nos va a ser posible divulgar a los que deben ser divulgados: los clientes y los detallistas. Dado el actual entorno económico hostil hay más a perder que a ganar con la descoordinación. ¿Qué nos dicen ustedes, desde la FH?

De Witt: reubicación, reestructuración y verticalización

Con sus 5000 m2 de superficie, repartidos en tres plantas, las nuevas instalaciones de De Witt en Meyrin-Satigny (Ginebra) no tan solo acogen los espaciosos talleres repletos de equipos de última generación manejados por un excelente grupo de especialistas, sino que además acoge un precioso museo que conduce, desde la recepción, al área de producción.

Personajes, Eventos y Situaciones Jérôme De Witt con Nathalie Veysset, nueva Directora General de De Witt

La inauguración tuvo lugar en presencia de Pierre-François Unger, Consejero de Estado y titular del Departamento de Economía y Salud, con discursos de Jérôme De Witt, fundador de la marca, el Sr. Unger y la nueva CEO de la firma, Nathalie Veysset, una joven y atractiva experta en gestión corporativa y reestructuraciones. Por las dimensiones de las soberbias instalaciones de De Witt, queda de manifiesto que el objetivo de la marca está en el crecimiento, aunque sus sofisticados relojes seguirán siendo producidos en ediciones limitadas. De todas formas, el desarrollo y crecimiento de la marca, de su integración vertical y de la insistencia en un control de calidad fiable, es de importancia capital para De Witt, que pretende fabricar sus calibres en la fábrica, incluso la crítica fabricación de los resortes de volante que se llevará a cabo en un futuro no lejano. Aunque Jérôme De Witt fundó su marca tan solo en 2003, desde la presentación de su primera pieza importante, el Pressy Grande Complication, ha conseguido crear no solo una imagen original y reconocible al instante, con sus veinticuatro “columnas imperiales” en el bisel, sino que ha desarrollado un gusto por las piezas complicadas, innovadoras y únicas. Sus últimas creaciones, el soberbio Nébula, el prototipo WX-1 y el concienzudamente bautizado como Academia Tourbillon Force Constant à Chaine, son muestras palpables de la poderosa creatividad de la firma y lo que le hace ganar muchos admiradores.

En cuanto al museo De Witt, se centra en el oficio tradicional del relojero. Contiene herramientas y accesorios desde el siglo XVII hasta principios del XX, de cuando todo se hacía a mano. Resulta una bonita y contrastante imagen comparándolo con las tecnificadas herramientas digitales de hoy en día. Con una iluminación tenue en un decorado en tonos beige y marrón, uno puede admirar escapes, fresas, bancos de trabajo y troqueladoras que se remontan a mediados del siglo XVII, haciéndonos admirar aún más la habilidad de los artesanos de antaño. En cuanto al Sr. De Witt, se ha retirado de la dirección ejecutiva de la empresa y ha asumido funciones de embajador mundial de la firma. Quizá lo más trascendente de este cambio es que va a concentrarse en la creación de nuevas piezas características de De Witt.

El poder de la Red

Sigo maravillado con la gran cantidad de materiales que se encuentran en la red y con la velocidad con la que puede accederse a la información. También estoy aterrorizado por la rapidez y la dedicación con que las compañías se aferran a las palabras, los textos, los problemas o las ideas. En junio de este año, justo después de que se expidiera en número 3 de Europa Star a los suscriptores, se colgaron del website (www.europastar.es) un par de artículos de muestra, uno de los cuales era el Lakin anda Suelto que llevaba por título Tómese el tiempo que quiera. En el artículo, les contaba mis problemas en Menton para hacer que me instalaran un lavamanos en el baño de cortesía. El fontanero italiano era parte del problema, y también un problema de suministro del fabricante alemán y algún asunto con la mafia. El artículo, como es habitual, pretendía tratar el problema con humor y los lectores se rieron, aullaron o dijeron ¿y a mi que? No obstante, pocos días después, recibí un e-mail de una compañía británica llamada Train4Trade Skills sugiriéndome que me formara como fontanero obteniendo un título reconocido. En el texto se me aconsejaba que tomara las herramientas hoy mismo para potenciar mis ingresos y convertirme en uno de los miles de fontaneros tan solicitados hoy en día. No contesté, pero deben admitir que no deja de sorprender que haya alguien al acecho, quizá con un simple PC doméstico, buscando información de su interés. Además, demuestra que el sitio de Europa Star es algo más que una cara bonita: es una herramienta para toda la industria relojera y una gran fuente de información para fontaneros profesionales en potencia.

Films que dan que pensar

Mi primera deambulación fue al cine Bio de Carouge, que a Ginebra es lo que Camden Town es a Londres. Rehabilitado con fondos públicos, esta pequeña joya de cine es el lugar ideal para proyectar un film de presentación de una marca de relojes y de un reloj, en este caso Manufacture Contemporaine du Temps y el Sequential 1. El reloj en sí es bastante interesante e innovador aunque no puedo dejar de pensar que una marca que presenta su primer reloj en la situación económica actual lo tiene muy cuesta arriba. Y más si su precio de venta es de más de 60.000 Euros – especialmente significativo si tenemos en cuenta que todo el mundo corre como poseído por el diablo (prematuramente, creo yo). Sea como fuere, le encontré un par de pegas. El film de cinco minutos estaba un poco dejà vu, pero lo más preocupante es que no conseguí entender como funcionaba el reloj – y no fui el único, se lo aseguro – hasta que alguien iniciado me lo explicó posteriormente. Seguramente, si planeara gastarme una pequeña fortuna en un film publicitario que fuera a presentar a la prensa, me aseguraría de que las explicaciones técnicas de mi complicado reloj tuvieran prioridad sobre otras imágenes más típicas y tópicas, ¿o no? La segunda pega que le encontré es de carácter más general y que se aplica a varias compañías: el nombre de la firma. Es evidente que a no todo el mundo se le pueden ocurrir nombres tan redondos como Breitling, Cartier, Omega, etc., pero parece que esté de moda que los nombres que se les ocurren para bautizar a las nuevas marcas deban contener un tratado completo de filosofía relojera. Nombres largos y complejos que tienes que escribírtelos porque luego no vas a recordarlos cuando entres en una tienda. Imagínense que entran en Watches of Switzerland en Londres o en Tourneau en Nueva York y, tras consabido “Good morning” empiezan a rebuscar en los bolsillos o en la cartera hasta encontrar un pedacito de papel donde has escrito “Manufacture Contemporaine du Temps”. Para cuando lo encuentres, el dependiente se habrá ido a comer… Para acompañar a estos nombres complicados, la mayoría de los dossiers de prensa y soportes publicitarios emplean frases melifluas acerca de la elegancia y la innovación y explican que los relojes tal y tal son piezas excepcionales que van más allá de las tradición relojera. Pero, a final de jornada, el nombrecito debe pugnar con otros cientos de estímulos. El hombre de la calle no quiere apoyarse sobre la valla de su jardín para decirle a su vecino “Hey, tío, échale un vistazo a mi nuevo, complicado e innovador Manufacture Contamporaine du Temps,” le va a resultar más fácil decir “mira mi nuevo Rolex”. Si de repente decidiera crear mi propia marca de relojes y llamarla Malcolm’s Modern Mission for Manufacturing Montres, ¿quién diablos querría exhibirlos en su escaparate? ¿Algún lunático en un tenderete del rastro? Ni hablar. Mantengámonos serenos y volvamos a los nombres que suenen bien. Rolex, Piaget, Panerai y Zenith lo consiguieron y Jaeger- LeCoultre, TAG Heuer, Maurice Lacroix y Frédérique Constant han tenido éxito comercializando sus nombres dobles. Solo hace falta mirar a nuestro alrededor para encontrar nombres comerciales que funcionan – Coca-Cola, Mars, McDonald’s, Palmolive – no tienes que apuntarlos en un papelito para recordarlos, están taladrados en tu cerebro. La industria del motor opina lo mismo: no se dedican a sacar marcas como Fábrica Modélica de Automóviles Innovadores como marca distintiva, no, van a por algo corto y resultón como Porsche, Rolls Royce, BMW o Phantom, Mustang o Mégane. Así que dejémonos ya de tanta altisonancia y volvamos a los nombres reales, consistentes y memorizables. Las ventas lo notarán y su personal de marketing le durará más.

El legado de Einstein

Recientemente, en una subasta de Antiquorum en Nueva York, apareció un reloj de pulsera Longines fabricado en 1930 y regalado al profesor Albert Einstein el 16 de febrero de 1931. Este reloj de oro de 14 quilates, de forma tonneau, acompañado de varias fotocopias y fotografías de Einstein llevando el reloj y un recorte de periódico con un artículo al respecto. Se vendió por el equivalente a 465.000 Euros de nada.

Personajes, Eventos y Situaciones Reloj Longines que perteneció a Albert Einstein

A pesar de que Einstein murió hace 54 años, su patrimonio generó el año pasado una cantidad cercana los 14 millones de Euros. ¿Qué es lo que hace a Einstein tan popular? Al fin y al cabo no fue ni siquiera el primer hombre en hablar sobre la relatividad, Max Planck desarrolló el término en 1908 y Einstein se limitó a desarrollar la teoría en los años anteriores a 1915. Valdría la pena averiguar cuántos de nosotros comprenden lo que quiere decir E=mc2. Albert Einstein lo explicó así: “Pon tu mano sobre una estufa ardiendo y un minuto parecerá una hora; siéntate a conversar con una bella muchacha y una hora te parecerá un minuto. Eso es la relatividad.” Pero, ¿es de personas sensatas pagar 465.000 Euros por un reloj de Einstein? Francamente, ¡yo lo encuentro escandalosamente caro! Si lo que buscan ustedes es una ganga, yo tengo disponible un Patek Philippe de oro de 18 quilates con brazalete milanés de oro de 18 quilates (no esa quincalla de 14 quilates, no) y con una inscripción en la caja que dice: Premio del Director a D. Malcolm Lakin, 1969. Adoro ese reloj y lo saco de su caja original de piel marrón para usarlo en ocasiones especiales, pero me avendría a venderlo, junto con unos manuscritos de artículos míos (nada de fotocopias o digitalizaciones) y, además, un par de fotos mías con Cindy Crawford y María Sharapova y otra con el actor de Gladiator, Ralf Moeller, y todo eso por solo la mitad, bueno va, un tercio de lo que se pagó por ese viejo peluco desballestado de Albert Einstein. Hasta le dedicaría las fotos al comprador. No tengo tanto pelo como Albert, pero por lo menos estoy aún vivo. ¿Hay ofertas?

Jean Kazes, un mundo aparte

Carouge es un encantador barrio de Ginebra que posee un estilo de vida bastante diferente de su hermano mayor. Carouge acoge multitud de artistas y artesanos que hacen de todo, desde pan y chocolate hasta relojes. Las tortuosas callejuelas están salpimentadas de boutiques a la última moda, anticuarios, galerías de arte, cafés y bistrós, todo ello en un ambiente más mediterráneo que suizo.

Personajes, Eventos y Situaciones

Reloj de Kazes en Unilever de Amsterdam, Extraordinaria obra de Kazes en el Hotel Cornavin de Ginebra, Jean Kazes en su tienda-taller de Carouge, Ginebra

En medio de todo este bullicio, podemos encontrar a Jean Kazes trabajando en su pequeña boutique-atelier de donde no se ha movido desde su llegada en 1972. (Bueno, sí, entra y sale, pero siempre vuelve al mismo sitio). En 1972, tras varios años construyendo máquinas y enseñando a enseñantes, dio inicio a su audaz viaje a las profundidades del intrigante mundo de los relojes de péndulo y su proceso constructivo. Todo empezó cuando un anticuario le solicito que reparara un reloj Morbier de largo péndulo. Su reacción inicial fue pensar que el reloj sería más interesante si la maquinaria estuviera a la vista y eso fue lo que le llevó a reflexionar sobre relojes abiertos. De ahí, en un corto recorrido, empezó a crear sus propias piezas singulares, relojes de péndulo que pueden ser admirados en muchos lugares del mundo. No obstante, sus inicios fueron difíciles hasta que entró en tratos con Beyer de Zürich, quien le ha comprado más de 120 relojes de péndulo para sus clientes en los últimos 20 años. El primer gran trabajo de Kazes fue un encargo de Unilever en Rotterdam en 1992 (véase foto), lo que llevó a que algunas de las principales marcas relojeras le encargaran uno (Cartier, Chopard, Patek Philippe). La mayor de sus creaciones y, posiblemente, el mayor reloj del mundo, puede admirarse en el Hotel Cornavin, frente a la estación de ferrocarril de Ginebra. El péndulo oscila suavemente en la recepción de la planta baja y debe cogerse el ascensor hasta la octava planta para poder apreciar de cerca el movimiento y las manecillas del reloj. El reloj y sus accesorios miden siete metros de alto y la altura total hasta la parte más baja del péndulo es de treinta metros. Es un prodigio de la ingeniería que costo muchos meses de crear y fabricar. Todos los relojes de Jean Kazes son piezas únicas originales y oscilan en precio entre los 12.000 y los 80.000 Euros, dependiendo del tamaño y de las complicaciones. Cuando le visitaba en el taller, a las tres de la tarde en punto, pensaba que me volvía loco cuando la docena de relojes colgados de las paredes empezaron a sonar la hora en una fanfarria infernal. Para alguien mínimamente interesado en la relojería vale la pena el paseo bajando la Rue Saint Joseph que les hará pasar por delante del atelier del artista. Si miran por el cristal del aparador, seguramente podrán ver al casi octogenario Jean Kazes con el cigarrillo en la comisura de los labios mientras labora en su más reciente creación.

Nueva sociedad de Amarildo Pilo

Aunque Amarildo Pilo lleva ya muchos años en la industria relojera, nos presentaron por primera vez poco después de que fundara su propia compañía de relojes, Pilo & Co., productora de relojes de cuarzo y mecánicos a precios altamente competitivos. Hoy en día, Pilo sigue produciendo relojes suizos que son agradables a la vista, están bien hechos, técnicamente conseguidos y que son lo que yo calificaría como una ganga. Pilo ha recorrido el planeta promocionando y comercializando sus relojes y me informó de que llegan a veintiún países y que no les va mal del todo. En su boutique de la Rue du Conseil Général en Ginebra, Amarildo Pilo me explicó la estrategia que aplica. “Nuestro problema era que nos enfrentábamos a continuas subidas en el precio de los materiales, movimientos y el coste de la vida, lo que hace más y más difícil fabricar relojes equilibrados y con una buena relación calidad-precio”. “La tendencia entre los fabricantes es la de desplazarse hacia arriba hasta alcanzar el Haut de Gamme, dejando espacios libres en la mitad de gama. Así que decidí que, además de los relojes Pilo, que son Swiss Made, establecería una nueva empresa llamada David Van Heim Timewear que produjera relojes de gama media con una relación calidad/precio/diseño imbatibles. El diseño se lleva a cabo aquí, en Suiza pero para mantener bajos los costes van a ir equipados con movimientos asiáticos. La intención de la marca es la de ofrecer relojes de líneas puras, diseño innovador y, muy importante, a un precio de acuerdo con su valor.” Pilo nos dijo que había cuatro colecciones dentro de la marca David Van Heim (DVH): Etika, Omina, Dual Chronograph y T-1, donde cada una de las colecciones tiene su carácter y aspecto particular. La gama Etika se basa en una idea en que el reloj adquiere diferentes formas – redondo, cuadrado, ovalado – con varias fijaciones diferentes. Los relojes son de acero inoxidable y montan movimientos, bien de cuarzo o automáticos, con algunas pequeñas complicaciones como el calendario retrógrado. La colección Omina está pensada para mujeres urbanas dinámicas que gustan de evolucionar según las tendencias en relojería. El cronógrafo Dual se explica solo: es una impactante pieza de 47 mm y se fabrica en acero, oro rosa o PVD negro con cuernos flexibles para mayor confort. Contiene dos cronógrafos independientes, ventanilla de fecha, dos posibilidades de toma de tiempos y una zona horaria. La cuarta colección es quizá la más intrigante. Es la T-1 que significa Tourbillon 1. Emplea la misma caja del Chronograph y alberga un movimiento de cuerda manual con tourbillon volante, fases lunares y ventanilla de fecha. Los relojes DVH ya están disponibles en Suiza, y lo estarán próximamente a través de sus distribuidores en Francia, España, Turquía, China y Kazajstán. Por lo que respecta a los precios, se sitúan entre los 175 y los 465 Euros, excepto el tourbillon que sale por la inédita y tentadora cifra de 1.250 Euros.

Personajes, Eventos y Situaciones David Van Heim (DVH), Colección Omina para señora DVH, colección Etika DVH Dual Chrono

Y el ganador es…

Como es tradicional al acabar el año, Montres Passion y la Tribune de Genève, dos publicaciones diferentes, organizan eventos en los que se premia a los fabricantes de relojería por sus últimas creaciones. La velada de Montres Passion fue a finales de octubre y el merecido vencedor fue Piaget ya que la marca recibió los galardones de Reloj del Año y Reloj Femenino del Año. El Reloj del Año fue el Altiplano con la pequeña esfera de segundos ubicada a las 10:30. El premio femenino fue para el Magic Hour Elliptical, con una caja móvil con 36 diamantes. El premio a la mejor campaña publicitaria fue para Marvin, una marca recuperada de una antigüedad reciente y rejuvenecida por el enérgico equipo de creativos de Time Avenue. El Grand Prix de l’Horlogerie de Genève, en su octava edición, otorgó premios a Piaget (reloj femenino), Vacheron Constantin (reloj masculino), Concord (reloj de diseño), Audemars Piguet (reloj joya), Jaeger-LeCoultre (complicaciones), TAG Heuer (reloj deportivo), Audemars Piguet (reloj calendario), Maurice Lacroix (votación popular), Giulio Papi (mejor relojero), Fondation de la Haute Horlogerie (premio especial del jurado) y la Aiguille d’Or (la manecilla de oro) a F.P. Journe por su Centigraphe Souverain, el nuevo cronógrafo del maestro de maestros François-Paul Journe. El acto de entrega de premios tuvo lugar en el Grand Théâtre de Ginebra con una asistencia de 1.500 personalidades de la industria y dignatarios locales. Todas las personalidades en la relojería se dejan ver en este acto aunque, este año, se produjeron algunas ausencias notables. Rolex no ha participado ni asistido nunca, o sea que eso no era novedad, pero este año se echó a faltar a Patek Philippe y al Grupo Swatch al completo. Hubo comentarios sobre el como y el porqué de estas ausencias, pero no cumpliría con mi deber si no mencionara el insistente rumor que circulaba acerca de su ausencia, motivada por su desconfianza acerca de la legitimidad de las votaciones. Como digo, es un rumor, pero es un rumor que hace tiempo que circula. Independientemente, para aquellos que asistieron, la velada fue un éxito rotundo. Con una excepción importante: los premios en sí mismos. Tras la escueta presentación de los candidatos en las diferentes categorías, y tras unos segundos de suspense antes de anunciar definitivamente al ganador, entonces el Jefe de la marca ganadora debía subir unos peldaños hasta el escenario para recibir … ¡un soporte de metacrilato tamaño DIN A4 con una tarjeta de colores dentro con el premio, el año y el nombre del ganador escritos! Puede que sea un poco quisquilloso, pero en mi opinión, las marcas se merecen algo más substancial como premio. Probablemente se han gastado un capital anunciando sus relojes en la Tribune y se les está reconociendo como líderes en una de las profesiones más exigentes del mundo. Y entonces, ante una gran cantidad de público que les brinda una cerrada ovación, a este Jefe se le entrega ceremoniosamente esta horrible horterada de plástico. Por todos los dioses, señores de la organización, están alimentando el cachondeo hacia lo que ustedes mismos han creado. Compónganse, sean consistentes y creen un trofeo digno del evento y del esfuerzo y dedicación que han invertido en él.

Personajes, Eventos y Situaciones Personalidad acerada de la colección Moon Dust-DNA, Traje de astronauta de la ISS, Costaba respirar en el evento de Romain Jérôme

Tras la ceremonia de los premios hay siempre abundancia de champagne y todo el mundo se pasea saludando a unos, besando a otras, etc., hasta que para los pocos elegidos que han sido invitados por las compañías relojeras, llega la hora de ascender al piso superior para la cena. Fui suficientemente afortunado para ser invitado por Thierry Nataf, el Director General y Cerebro Principal de la rejuvenecida Zenith. Como siempre, y a pesar de que este año a Zenith no le había tocado ni un pedacito de metacrilato, Nataf fue un anfitrión atento y amable con sus invitados, como también lo estuvo Karine Arneodo, la jefa de comunicación de la firma, una deliciosa nueva incorporación a la familia Zenith. Después de un ágape excelente y unas cuantas copitas de vino, al sonar las campanadas de la medianoche nos retiramos todos a nuestros aposentos, algunos a pie, otros en tranvía y los más afortunados en una calabaza gigante tirada por caballos blancos.

Tras un esfuerzo titánico, ahora están en el espacio

Parece como si se nos disparara la adrenalina cuando hablamos del Titanic que, según Yvan Arpa, es la razón exacta por la cual Romain Jérôme presentó su colección bautizada como Titanic DNA. Personalmente, y a pesar de los talentos en marketing de la firma, me vino a la mente que la colección de relojes oxidados se iba a hundir como su homónimo navío. Debo, pues, admitir que me equivoqué y que el Arpa de Jérôme tenía razón.

Personajes, Eventos y Situaciones Dimitri Cabbidu, Director Técnico del Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie, De izquierda a derecha, Thierry Junod, Director Gerente de Montblanc Montre; Florence Kirkorian, Project Manager de comunicación; Roderich Hess, Gerente de Montblanc Suisse; Hamdi Chatti, Director Gerente de Relojería y Joyería de Montblanc Internacional

Tras un año de éxito en el mercado, Romain Jérôme presenta ahora la última de sus creaciones “emocionales” que está hecha de retales de piezas que han estado en el espacio más, y es un más muy “emocional”, algo de polvo lunar. En la presentación del reloj, en noviembre, Arpa, acompañado de miembros de las agencias espaciales rusa y americana, argumentó que los tres elementos que hacen que un reloj se venda bien son: inaccesibilidad, emoción y disponibilidad limitada. Esta nueva colección era el paso obvio “emocional” tras el Titanic. ¿Su nombre? Moon Dust-DNA (Polvo Lunar DNA). Estos relojes no tienen ese dramático aspecto oxidado, pero indiscutiblemente son de la misma estirpe. Lo que sí que obtenemos es un reloj fabricado a base de restos auténticos del Apollo XI, Cápsulas Soyuz y de la Estación Espacial Internacional (ISS). Los relojes de 46 mm con cajas en titanio y acero contienen fragmentos del Apollo XI y las mordazas que cogen el bisel son de partes de las naves Soyuz. A todo ello, añádase un aspecto ligeramente oxidado para no descuidar la herencia de la marca. Un aliciente añadido son las correas de piel de cocodrilo, cosidas con hebras procedentes de trajes espaciales de la ISS. En cuanto al polvo lunar, cada una de las esferas está espolvoreada de mineral triturado procedente de nuestro satélite. Los relojes de la colección Moon Dust-DNA llevan sugerentes nombres como Dark Side of the Moon, Moon Rider y Moon Cross Rider Tourbillon. Los movimientos automáticos son suministrados por Jaquet y los movimientos de cuerda con tourbillon vienen de BNB. Así que si se fastidió ya con tanta sensación de hundimiento, ahora puede optar por la luna. ¿Y que viene después de la luna y el espacio exterior? Aparentemente, otra empresa está usando también este concepto de DNA para crear su colección de relojería: Jaermann & Stübi, una casa de Zürich que se especializa en relojes para golfistas. Han creado una colección en edición limitada hecha con los palos de golf de Severiano Ballesteros. Corren rumores acerca de otra empresa que está preparando un reloj hecho con cazuelas de la cocina de Paul Bocuse y de otro modelo para señoras hecho a partir de las cápsulas de Nespresso de George Clooney. ¡Seguiremos informando!

Feliz Cumpleaños, Minerva

De Tanto en tanto, nosotros, los periodistas especializados, tenemos el privilegio tanto de descubrir una marca nueva como de asistir al renacimiento de una vieja gloria del pasado. Es el caso de Minerva. El nombre no es nuevo, ni ha dejado nunca de existir y tampoco es novedad que hace un par de años pasó a engrosar el Grupo Richemont. Fundada en 1858 como manufactura de relojes H. & C. Robert en Villeret, en las montañas suizas del Jura, la marca Minerva y el logotipo de la flecha se registraron en 1887. No fue hasta 1929 que la compañía pasó a llamarse Minerva, y para entonces ya había adquirido una reputación como líder, ya que fue una de las primeras firmas en fabricar y comercializar un movimiento pensado especialmente para relojes de pulsera. Con su reputación de fabricante de calibres de alta calidad, fue adquirida en el 2007 por el Grupo Richemont, que a su vez cedió el control a Montblanc. Según sus planes, Minerva se encargará de la producción de unidades en ediciones limitadas cuyo precio oscilara entre los 35.000 y los 200.000 Euros, con una producción anual máxima de 500 unidades. El edificio y las instalaciones de Minerva estaban desesperadamente necesitados de rehabilitación, que se ha ejecutado en el último año y medio. El final de las obras se hizo coincidir con la celebración de sus 150 años de actividad ininterrumpida. En la medida de lo posible, se conservó tanto como se pudo a fin y efecto de mantener una atmósfera de relojería tradicional histórica. Se renovaron las fachadas, los suelos de planchas de roble y se restauraron los parquets de espiga, que recuperaron la gloria de antaño. Toda la maquinaria original que utilizaron los relojeros durante décadas sigue en funcionamiento mientras que las máquinas digitales más modernas han hecho su entrada en los talleres junto con la capacidad y habilidad técnica para producir sus propios resortes de volante. Como el objetivo era, y sigue siendo, conservar en lo posible la autenticidad relojera, los cambios no se han hecho solo por cambiar, sino con criterios muy estrictos. Probablemente, la reforma más espectacular se llevó a cabo en la buhardilla, donde la sección central del techo ha sido reemplazada por un atrio acristalado que uno tiene la impresión que ya debía formar parte del edificio original. Aquí es donde se recibe a las visitas y donde los compradores vendrán a recoger sus relojes especiales. Podrán contemplar los viejos libros de pedidos encuadernados en piel y recorrer la historia ilustrada de la compañía que adorna algunas de las paredes. La compañía ha sido rebautizada como Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie y está comandada por el director técnico, Dimitri Cabbidu, y aunque está dedicada a preservar y practicar la forma tradicional de manufactura, no descarta desarrollar nuevos conceptos o movimientos, como por ejemplo el Tourbillon Heures Mysterieuses o el Grand Chronograph Regulator. A fecha de hoy, la plantilla de Minerva es de cuarenta personas y aunque puede haber alguna que otra incorporación, la intención es de permanecer compacta, eficiente y coherente con su oferta y trayectoria. Querer mirar a la industria relojera desde dentro puede parecer una idea pretenciosa, pero resulta divertida. A menudo nos encontramos cosas en nuestra vida diaria que damos por hechas, pero que merecerían una segunda oportunidad o necesitarían ser puestas en duda. Y eso es, básicamente, lo que he hecho, peregrinando de un fabricante a otro y de evento en evento. ¿Pretencioso… moi? O