The Legend of the Chinese Zodiac es una nueva serie de relojes de Vacheron Constantin que se basa en el ciclo de 12 años de los calendarios anuales Chinos y comienza con el modelo del año Snake.

Inspirado en el arte tradicional Chino de Jianzhi o de corte del papel, un arte que también ha ganado popularidad en Suiza, grabadores y esmaltadores han trabajado alternativamente en el año de la serpiente, los modelos elaborados en oro rosa o platino y se han realizado en dos series limitadas de 12 piezas cada uno disponibles exclusivamente a través de las boutiques propias deVacheron Constantin.

Reloj Year of the Snake de Vacheron Constantin

El motivo de las hojas en la esfera está grabado directamente sobre el metal. El patrón se mantiene semi-incorporado y se destaca de su base de oro por una sutil puesta en escena de relieves acentuados de manera diversa creando un efecto de profundidad. El grabado de la serpiente, en la que la elaboración a esa escala representa como mínimo al menos 30 horas de trabajo, proporcionan una expresión tangible de la visión artística que está detrás de esta creación.

La serpiente está delicadamente aplicada en el centro de la esfera, a punto como si estuviera lista para saltar a través del cristal de zafiro, creando así un efecto realmente sorprendente.

Esta escultura finalmente está terminada con un esmaltado al Grand Feu enamelling, una técnica inventada en Ginebra, y que sigue siendo coto exclusivo de una raza poco común de algunos artesanos. Al aplicar el esmalte en capas sucesivas, el especialista del esmalte mejora aún más la intensidad visual de la esfera azul o en tonos bronce.

La colección The Legend of the Chinese Zodiac debe su alcance extraordinario en la expresión de las artesanías artísticas aplicadas al movimiento calibre 2460 G4, que proporciona una visualización libre de las agujas que miden el tiempo. Ello lo hace a través de cuatro ventanas, que respectivamente, muestran la hora, los minutos, el día y la fecha. Las dos primeras indicaciones son del tipo arrastre y las dos últimas del tipo salto, cada una apareciendo a través de una de las cuatro aberturas dispuestas alrededor del motivo de la esfera central. La mecánica del movimiento automático está equipada con una masa oscilante de oro de 22 quilates adornada con un motivo geométrico dinámico inspirado en la forma de la Cruz de Malta, el emblema de la histórica marca. Todas sus piezas estás tratadas con acabados excepcionalmente sofisticados que cumplen con los criterios establecidos por el Sello de Ginebra.